Somos nada

Recientemente pensaba qué tan rápido podría desaparecer todo rastro del paso de la humanidad por la Tierra si nos extinguiéramos de repente. Llegué a suponer que las marcas han sido tan profundas como para desaparecer pronto. Nuestros congéneres han erosionado terrenos, pavimentado grandes extensiones, convertido bosques en pastizales, levantado puentes entre islas enteras... Sin embargo, he estado arrepintiéndome de mis juicios. Tal vez los efectos de la erosión y el abrirse paso de distintas formas de vida terminen echando abajo todas esas obras o transformándolas.

Pues bien, según parece, un estudio de la revista New Scientist señala que efectivamente el lapso en que el rastro de la humanidad desaparecería después de una extinción sería 100,000 años: nada en términos geológicos. Al menos así lo reporta el sitio web de La Razón. ¿Qué les parece? Finalmente no parece tan inconcebible que nuestro inmenso esfuerzo se reduzca a una brizna de viento.