Shaikai

lunes, julio 10, 2006

Italia gana

Se acabó el mundial. Este es uno que no voy a recordar con alegría. Ganó un fútbol defensivo, que le apuesta al contragolpe; y juega muy bien a lo que propone, pero me harta. Y ni hablar del bajo rendimiento de los equipos africanos en relación con torneos pasados (a excepción de Ghana), el descalabro del fútbol eslavo (Ucrania llegó a cuartos con un fútbol aburridor, no sé ni cómo) y la escasez de goleadores y de goles. Ninguna otra selección distinta de la italiana podía ser, para mí, tan buena embajadora como campeona de un torneo en que el fútbol de resultados sale a relucir. No, hombre, así no quiero ver el juego; ahí uno entiende que no sólo es cuestión de ver quién gana; el arte es apreciable y ya no encanta como antes. Zidane es de los últimos armadores realmente artísticos que nos quedan; el fútbol se está volviendo un deporte de tanta resistencia y planeación táctica que escasaente hay lugar para uno así, a no ser que desborde talento. La táctica no es mala, de hecho se necesita; pero ahí uno distingue entre el fútbol con táctica y el fútbol con énfasis táctico. Lindo, para hombres como yo, ver un equilibrio entre el desempeño técnico y el táctico de un equipo. Como fue el Brasil del 70, tal vez la mejor selección nacional de fútbol que haya habido jamás. Ojalá me equivoque, ojalá; que los directores técnicos, los jugadores, que todo el mundo recuerde que el factor que hace de este deporte un paraíso del corazón es el arte. No lo releguen a un segundo lugar.