Shaikai

domingo, julio 23, 2006

Cosas de parcialidad

Mucho he discutido en el blog de Bloom sobre la situación en Oriente Medio, junto con otros personajes. El caballero ya ha publicado varios artículos al respecto: empezando, The EU is so funny! They should be on TV! y Texto y Subtexto: ¡El Pasquín es un asco! (en referencia a lo que él denuncia como la parcialidad del diario El Tiempo en el cubrimiento del actual conflicto entre Israel y el Hezbollah). Y recibió críticas, pues algunos veíamos, desde perspectivas diferentes, que Bloom también parecía parcializado y parecía justificar los ataques israelíes, a lo que algunos nos opusimos desde un principio. En lo personal, no me parece justificable la estrategia global de Israel para enfrentar este conflicto (expongo algunas de mis razones en los comentarios a los artículos mencionados). Por lo que él nos concedió un artículo más, esta vez titulado Israel en el diván de Freud: una respuesta a Bluelephant y Michín: y ahí nos dice que "Israel puede levantarse del diván de Freud, golpeado, pero de ningún modo un psicópata." Con lo que finalmente estuve de acuerdo, sin modificar mi posición sobre la estrategia militar israelí. Y hay otro artículo (Funny, you don't look Jewish... (part 1)) que aún estoy en mora de leer.

Pero balanceemos un poco. El sitio español de opinión Libertad Digital expuso la siguiente noticia recientemente (ver artículo aquí): "La policía tuvo que proteger a un pacifista que denunció el terrorismo de Hamás y Hezbolá en la manifestación contra Israel". Según reporta el sitio, este personaje sujetaba una pancarta de denuncia contra la actitud de Hezbollah y Hamas; pero resulta que lo hizo en medio de una manifestación en contra de las actuaciones israelíes. En principio, uno podría sentirse agradado con que los ciudadanos europeos se manifiesten en franca condena de los hechos, pero no todo es color de rosa. Consignas como "Nazis, yanquis y judíos, no más pueblos elegidos" podían oirse en la marcha; ¿y acaso no resultará horrible para el pueblo judío, en general, que lo comparen con uno de sus mayores victimarios en la historia, como bien lo ha señalado Bloom? Ahí se pasa de la indignación a la agresión. Pero si eso no resulta suficiente, contemplen ustedes mismos lo que pasó con el solitario manifestante contra Hezbollah y Hamas:

Nazis (¿quienes?) (http://manifestometro.blogspot.com)

Pueden ampliar aún más: vean este sitio (El Manifestómetro) y me cuentan qué les parece. Se supone que se trataba de un llamado a la paz, pero no falta quien comente, refiriéndose al manifestante, que "Ese hombre se merecía una somanta de palos, y solo (sic) ha sido increpado" (espero que el autor de ese comentario que aparece en El Manifestómetro no haya estado marchando). El sujeto es llamado, como puede notarse en el video, "nazi", "judío", "hijo de puta", como si acaso esas expresiones fueran sinónimas. ¿Cómo tolerar que una marcha en petición de paz sea ocasión de odios? Si se trata de pedir paz, entonces hay que echar al agua a todos los responsables; y si al gobierno israelí le cabe responsabilidad por esta situación, de seguro que al Hezbollah también. Basta ver, de hecho, aunque las comparaciones son odiosas, que Israel tiene desde hace tiempo el potencial militar para arrasar el Líbano y no lo ha hecho (ni hay señas de que lo vaya a hacer, con todo y que condeno su accionar presente); pero si Hezbollah tuviera ese mismo potencial para arrasar a Israel, lo haría sin duda. Hezbollah también es condenable y debe responsabilizársele por la actual situación. Pero a algunos les parece más fácil dividir el mundo en malos y buenos, en vez de condenar los despliegues de agresión independientemente de quiénes sean sus actores.