Shaikai

miércoles, mayo 03, 2006

America speaks ESPAÑOL

El día 1 de mayo se materializó una gigantesca marejada de protestas en territorio estadounidense, protagonizadas por quienes hoy representan una parte considerable de la población que habita dicho país: los llamados hispanos. En el Congreso de Estados Unidos cursa un proyecto de ley que criminalizaría la calidad de inmigrante ilegal y a toda persona que los ayude, por ejemplo, dándoles empleo. La comunidad latina ha considerado esto un exceso y se ha hecho sentir. Su argumento básico: han ayudado a sostener la economía del país en que se hallan, legales o no.
Pero hay más: también está en construcción un muro que cubriría parte de la frontera entre México y Estados Unidos con el objetivo de detener la llegada de inmigrantes ilegales; por demás, es bien sabido que las condiciones para entrar al "país del norte" se han endurecido considerablemente desde el 9-11 (aunque parece que se han considerado mecanismos para facilitar el tránsito de extranjeros que requieran visa). Curiosamente, este mismo gobierno fue el que decidió, estando en campaña, acudir a una agresiva publicidad para seducir el voto latino; ahora le da la espalda. Los canales de noticias estaban a la expectativa de la situación, y esto dicen: mucha gente que teme perder su trabajo si acude a las manifestaciones estuvo ausente, pero aun así, las masas humanas movilizadas se cuentan por cientos de miles. Falta ver ahora si el Congreso toma este fenómeno en consideración y da su brazo a torcer.
Realmente captura mi atención que este tipo de eventos visibilicen la importancia que adquiere día a día la comunidad hispanohablante en el país más poderoso del mundo. Hoy son el 15 por ciento. ¿Y mañana? Lo más seguro es que el porcentaje aumente porque los hispanos se están reproduciendo más rápido. Según parece, va andando un proceso de "hispanización" que no parará. 'Hola', 'cómo estás', 'bien', 'me gusta...', 'bueno'... se oirán cada vez con mayor frecuencia en las calles de Estados Unidos. E, independientemente de lo que pueda hacer un poderosísimo gobierno dentro de un mínimo respeto a los derechos humanos, el español llegó para quedarse. Tal vez en un par de décadas ese país se me haga mucho más familiar.