Shaikai

sábado, febrero 18, 2006

Crisis

El miércoles mis amigos estaban en Salitre Mágico porque uno de nosotros se va. LR necesita tiempo para él. Yo llegué tarde porque últimamente he estado ocupadísimo con el cuento de la universidad, la reforma, la tensión... Pero ahí estuve con ellos. Era mi primera vez en un parque de este tipo, que recuerde. Una de las atracciones que me sorprendió bastante fue el Barco Pirata; semejante manera de verse sometido a perder uno el eje de su experiencia espacial, dando vueltas adelante y atrás... Cuando nos detuvimos dije: "no voy a necesitar sexo en varios días". Pues tampoco, ¿no? No es lo mismo, pero el parecido abruma. Ese disco que giraba a toda y cabeceaba sobre sí mismo también fue curioso para mí. Estaba tan relajado que parecía un costal, completamente llevado por la fuerza centrípeta (excepto por los seguros, obvio); lo único molesto era la sensación de que la mandíbula se me iba. También estuvimos en otras atracciones. La montaña rusa fue lo único molesto. Una experiencia bien bonita, aunque corta, fue estar en la cima de la rueda; la vista de la ciudad era tan amplia y conmovedora a la vez que por un rato uno se olvidaba de que estaba tan alto en una estructura de la que instintivamente uno desconfiaría.

Pero crisis es crisis. El jueves algunos estuvimos con él otra vez, ahora tomando. Y ya no lo vemos por un buen rato. Siento que así queda sentenciado el fin de una época para mí y no sé qué me augure el futuro. Ahora no nos vamos a congregar tan fácilmente; yo tendré que conseguir un trabajo y estudiar más duro. Eso se suma a otros eventos inesperados: una oferta laboral (que sigue en veremos desde noviembre); volver a enamorarme de quien no podía (eso ya pasó, pero ya seis veces son demasiadas); H se regresa a la Distrital a ver si termina Ingeniería de Sistemas (y como él y J viven tan pegados, ella lo sigue y por más que se quede en Filosofía pasa menos tiempo en Filosofía) . Ahora que más necesito de mis amigos nucleares es posible que se disgreguen; no sé dónde más voy a encontrar esa sensación de absoluta franqueza que hacía la vida más llevadera, no sé dónde voy a encontrar con quién hablar de esas cosas tan de uno. No es que no nos volvamos a ver, ¿pero reunirnos? Se va a poner difícil, yo lo sé. Preciso ahora el piso se mueve otra vez, y ahora sí se siente. Me siento como arrojado al mundo de repente.