Shaikai

sábado, enero 14, 2006

La Nacho strikes back

Señoras y señores, la Universidad Nacional vuelve al ataque. Esta semana ha empezado a reactivarse tímidamente la actividad, que debería continuar con todo vigor a partir del lunes. Ayer estuve por allí mirando el desolado campus, apenas visitando por un puñado de gente (por lo que se ve), con la apariencia de un desierto deliberadamente edificado. La señora del aseo de Filosofía me decía que la universidad no se veía bien así, que la gracia de la misma era la gente bullendo por ahí. Y en eso felizmente concordábamos.

Pero la cara de la U revela cambios, y todos sabemos que se van a profundizar. Mi primer asombro por los planes de renovación arquitectónica y ordenación del uso del suelo fue a la mismísima entrada, o antes si somos justos. Pasando por el puente de la 45, a lo lejos contemplaba estupefacto que no había reja, o por lo menos no donde la habían dejado la última vez. Recordé entonces que estaba en construcción la plazoleta de entrada, así que busqué la reja más hacia dentro, con éxito. Así, ahora la entrada queda bajo el puente del anillo vial y las dos construcciones de la portería, antes apenas notadas debido a la connivencia con el enrejado, ahora resultaban tan vistosas que era imposible no darse por avisado. Y el campus empieza a abrirse a la ciudad.

Eso sí, los temores no faltan. Por ahí el "movimiento estudiantil" (que me ha sacado la piedra hablando en mi nombre por años) había dicho que el bloqueo iba a seguir. ¿Qué iran a hacer ahora? No sé, pero ahora sí que no pienso quedarme quieto. La U es el patrimonio de conocimiento más importante de mi vida y no puedo quedarme de brazos cruzados mientras algunos lo atacan creyendo que lo defienden. ¡No señor!

Espero tener mucho más tiempo para observar cambios positivos en mi alma mater.